martes, agosto 07, 2007

No la hagas y no la temas, Ron Dennis

Hago acompañar de una de las perlas del refranero al que considero máximo responsable de la crisis vivida en McLaren a raíz de los acontecimientos del último fin de semana en el Gran Premio de Hungría. Primero, porque para algo es el jefe y máximo responsable, que no está sólo para cobrar y dar órdenes. Y segundo porque, a raíz de todo lo visto y leido en las últimas horas, me da la impresión de que Lewis Hamilton lleva mucho tiempo actuando por libre en la escudería con la aquiescencia de Ron Dennis, bien por acción, bien por omisión.
Sólo de esta forma se explica el tono de la conversación que ambos mantuvieron durante y después de la sesión de entrenamientos del sábado, que revelaba de forma detallada la prensa británica. ¿O acaso es normal que cuando el jefe abronca al subordinado éste le responda diciéndole cosas como "no me vuelvas a hacer eso en tu puta vida"? Da la sensación de que Hamilton se indigna al comprobar que, en esta ocasión, no se le permite hacer de su capa un sayo como en las vaya-usted-a-saber-cuántas anteriores.
Vaya por delante que soy de la opinión de que Fernando Alonso se detuvo en los boxes a propósito para impedir que su compañero de escudería diera la última vuelta e intentar lograr la pole position, es decir, para evitar que, de nuevo, Hamilton impusiera su santa voluntad. Y no está bien. Pero lo que me extraña de forma notable es el enfado de Dennis. ¿Qué esperaba, que Alonso volviera a tragar y a aguantarse? Supongo que no es necesario recordar al director general de McLaren que el español es bicampeón del mundo y que nadie le ha regalado nada. Que, a diferencia de Hamilton, llegó a la F1 a los mandos de un Minardi, monoplaza equipado con soluciones tecnológicas obsoletas, desechadas por otros equipos tres años atrás, con el que, ante el asombro de los propios responsables del equipo, Alonso no sólo no llegó al final de sus días empotrado contra alguna tribuna sino que consiguió terminar muchas carreras y, en algún caso, puntuar. Que tuvo la paciencia de ser piloto probador cuando él sabía de su potencial. Que ganó dos títulos mundiales con Renault, un equipo que no tenía ni el mejor ni el segundo mejor coche y que porfiaba por ser el tercero en discordia (es decir, en teoría por finalizar las carreras en quinto o sexto lugar). En fin.
Lo de Hamilton se podría hacer (tampoco sería demasiado ético pero pasaría) con un "becario", una figura que, obviamente, no existe en un mundo tan profesionalizado. Pero insisto, creo que el piloto inglés tiene una mínima parte de culpa; casi toda es para la persona que le ha consentido demasiadas cosas y que, cuando ha querido frenarle, se ha dado cuenta de que era demasiado tarde. Si en McLaren tiene que ser Fernando Alonso el que ponga orden eso quiere decir que el de arriba no está cumpliendo con su obligación. Presionado, obligado, maniatado, como sea. Pero no está cumpliendo.
Y para que no haya dudas, Hamilton me parece un piloto soberbio. Pero con su comportamiento él mismo destroza su imagen, sobre todo si comienzan a extenderse las dudas sobre la existencia de un trato de favor. Claro que sobre esto también tendría mucho que decir Ron Dennis, futuro aprendiz de refranero español: "no la hagas y no la temas".

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