jueves, septiembre 14, 2006

Capello contra todo

El Olympique de Lyon lleva camino de convertirse en una de esas "bestias negras" que el Real Madrid se empeña en coleccionar. Uno de esos muros contra los que uno se golpea una y otra vez sin ni siquiera intuir la fórmula para derribarlos o esquivarlos. Como el Bayern de Munich a mediados de los 80. Como el Milán de finales de esta década y principios de los 90. Este tipo de enemigos suele acarrear derrotas dolorosas e inoportunas. Como la de la pasada noche.
Se supone que cuando el Real Madrid llamó a Fabio Capello para encabezar el proyecto deportivo de Ramón Calderón, el entrenador italiano sabía dónde venía. Después de ganarlo todo como entrenador, Capello afronta uno de los mayores retos de su carrera y uno de los más difíciles. El partido de Francia le ha descubiero por qué es así.
Capello puede tener muchos enemigos, pero hay uno peligroso a más no poder, prácticamente imparable. Porque no se deja ver, porque no hay un futbolista que lo pueda parar, ni siquiera un sistema. Como muchas veces en la vida, un intangible: los años de sequía, la falta de títulos. Lo grave del inicio de temporada para el Real Madrid no es el empate en casa frente al Villareal ni tampoco la derrota en Francia. Mucho peor que eso es el hecho de que no hay forma de que el equipo adquiera confianza.
La mayoría podemos ser conscientes de que es difícil que llegue el buen juego aún por todos los cambios que ha sufrido la plantilla, incluído precisamente el entrenador. Pero los resultados tampoco llegan y esta circunstancia es fatal para un equipo que lleva tres años sin ganar absolutamente nada. Porque el Real Madrid no logra superar de esta forma uno de sus mayores problemas en los últimos años: la ansiedad. Capello ha vuelto a atribuir la derrota al aspecto físico. Pero es difícil explicar desde ese punto de vista por qué Fred ha ganado la espalda a los dos centrales, Cannavaro y Sergio Ramos, a los 10 minutos de la primera parte. Hay mucho de salir al terreno de juego como un flan, pensando en qué ocurrirá si se pierde.
Quizá nada que la paciencia y el transcurso del tiempo no arregle. Pero al público del Bernabéu ya no se le puede pedir más paciencia. Ni la actual junta ni el actual entrenador tienen la culpa, pero el Madrid lleva tres años sin ganar nada y no sería justo acusar a los aficionados de no tener paciencia. Entre los jugadores, algunos llevan vividos estos años negros y saben de lo que va la historia. Y a los nuevos ya se lo habrán contado.
Por eso, el reto de Capello es afrontar una lucha contra todo. Sin tiempo para pruebas, ni adaptaciones, con buena parte de la prensa en contra (muchos amigos no dejó el italiano en su primera etapa en el conjunto merengue) y con un equipo ansioso, que se derrumba a la primera circunstancia contraria, que sale con miedo a lo que pueda pasar. Si logra el objetivo, habrá que quitarse el sombrero.

1 comentario:

Pepis dijo...

Hola Obradek, sólo quería contarte que me he acordado mucho de ti porque ando leyendo un libro que me traje de Argentina el año pasado "Esperándolo a Tito" de Eduardo Sacheri.

La verdad es que lo compré para un "Tito" al que tú y yo conocemos bien, y como tenía buena pinta y eran cuentos de fútbol em pillé otro ejemplar para mí.

Aunque tiene altibajos es muy emocional, el tono está muy logrado y anoche casi se me escapa un lagrimón leyendo un cuento.

Hay una frase cachonda al empezar el libro:

"HAY QUIENES SOSTIENEN QUE EL FÚTBOL NO TIENE NADA QUE VER CON LA VIDA DEL HOMBRE, CON SUS COSAS MÁS ESENCIALES.

DESCONOZCO CUÁNTO SABE ESA GENTE DE LA VIDA. PERO DE ALGO ESTOY SEGURO: NO SABEN NADA DE FÚTBOL"